En el mercado existen suelos laminados por un precio muy económico, desde aproximadamente 5 euros, hasta los 40 euros. ¿A qué puede ser debida esta gran diferencia en el precio?
A la calidad global del parquet, al diseño, la marca… Lo cierto es que muchas veces se "confunde" la calidad del parquet con la clasificación de resistencia, que se mide como AC3, AC4, AC5 ó incluso AC6. Pero lo que marca la "calidad" de un parquet es la clase 31, 32, 33, etc., que engloba multitud de aspectos. Entre ellos la resistencia al desgaste, referenciada por los ya famosos "AC". Este último aspecto es sólo una característica más de las que conforma la "Clase" del parquet laminado.
En la escala de "resistencia" tenemos gama baja AC3, la gama media AC4 y la superior AC5. Cuanto más elevado sea el número en la escala AC, mayor será la resistencia al rayado. Otro aspecto importante será el del grosor del suelo; a mayor grosor más será la confortabilidad. Tengan cuidado con suelos demasiado finos (5 – 6 mm) ya que a la larga las planchas podrían curvarse.
Es importante citar que dentro del suelo laminado tenemos el de tablero hidrófugo. Esta clase de suelo tiene la ventaja que entre pieza y pieza lleva una parafina que lo impermeabiliza, haciendo que los líquidos no se filtren en la junta, lo que ayuda a prevenir el hinchamiento del panel. Son muy aconsejables esta clase de suelos en lugares donde haya niños pequeños que puedan volcar cualquier líquido al suelo ya que evitaría el posible daño de cualquier zona del respectivo pavimento. Este tipo de suelos será también muy recomendable en lugares donde haya animales domésticos.
En parquet Daiba os aconsejaremos la mejor elección de para vuestro hogar o establecimiento.