Se trata de una decisión que afecta a absolutamente todos los elementos que componen cualquier estancia; desde el suelo, el techo y las paredes hasta los muebles, las puertas y las ventanas.
En este sentido, hoy hablaremos de las posibilidades que nos puede ofrecer una buena combinación de colores entre nuestro parquet y mobiliario. Y lo haremos, como siempre, desde un punto de vista práctico: a modo de consejos y basándonos en situaciones habituales.
En primer lugar, es importante tener en cuenta de que el color de nuestro parquet sea al menos dos tonos más claro o mucho más oscuro que el color de los muebles. Un suelo y unos muebles del mismo color y de la misma madera sólo quedan bien, por ejemplo, con una alfombra con colores contrastados entre ambos.
De esta forma, sobre un parquet de un color neutro, como pueda ser un roble natural barnizado, no hay que tener miedo a colocar muebles de madera muy oscura como el wengé o el nogal.
En el extremo opuesto, siempre jugando con los contrastes, unos muebles claros barnizados de blanco también combinarían de una manera muy atractiva.
Por último, muy relacionado con esta última combinación, es importante destacar que los muebles de maderas y colores claros crean un ambiente tranquilo en el hogar cuando se combinan también con paredes y un parquet claro. Se trata de una combinación segura, pero ojo: puede resulte insulsa y monótona si abusamos demasiado del tono sobre tono.
Como os podéis imaginar, esto sólo son unas nociones de la totalidad de posibilidades y combinaciones que están a vuestro alcance. Por eso, como siempre recomendamos, lo mejor es dejarse asesorar por los consejos de un profesional, que nos ayude a elegir los materiales y colores más adecuados para generar el ambiente que deseemos para nuestro hogar. ¡Porque las casas son para vivirlas!