El suelo de parquet sufre con el paso del tiempo un deterioro progresivo debido a roces, rayaduras causadas por el arrastre de muebles y otro tipo de incidentes que provocan su desgaste. Es por ello que se hace necesario realizar periódicamente una correcta conservación, de forma que recupere todo su brillo y aspecto original. Este es el principal cometido que se consigue tras pulir el parquet.
Para realizar esta técnica es necesario seguir una serie de pasos para alcanzar buenos resultados. En primer lugar hay que preparar la superficie que vamos a pulir limpiándola minuciosamente con jabones especiales para el cuidado del parquet. Es muy importante eliminar todo tipo de suciedad que haya podido quedar incrustada en el suelo, de forma que el trabajo al pulir el parquet sea más eficaz.
Es el momento de reparar la parte afectada por alguna grieta o rotura que haya quedado a la vista, así a la hora de pulirlo toda la superficie quedará uniforme y no se observará ninguna imperfección. Es necesario realizar un mínimo de tres pulidos alternado con la aplicación de bandas abrasivas para conseguir un acabado perfecto.
Para realizar un trabajo eficaz es muy importante atender a la forma y la dirección hacia la cual se realiza el pulido. Es conveniente que la primera pasada se haga en sentido diagonal según la dirección de las lamas que presente la madera, sin embargo la segunda pasada debe hacerse de manera contraria, y la tercera y última pasada en el sentido que presenten las vetas.
Una vez que se ha realizado el trabajo de pulido es necesario aplicar una capa especial que garantice su protección, resistencia y durabilidad, para ello se utiliza un producto vitrificante. Para la aplicación de este producto debemos asegurarnos que la madera se encuentre perfectamente limpia y seca, y que la estancia no presente una temperatura elevada. Como acabado final se superponen dos capas de barniz dejando el tiempo de secado necesario entre capa y capa. Finalmente nuestro parquet lucirá con un brillo y un aspecto cuidado y limpio, igual que el primer día.
Foto: Parquets Maresme